El calendario no se equivoca, van a cumplirse cuarenta años de que el Estado puso en marcha el primer centro de cómputos de la Argentina, inaugurando, por decirlo así, la era de la informática en el país.

Desde las fotos esparcidas por nuestra mesa de trabajo, los empleados del flamante CUPED nos miran, oteando un futuro lleno de avatares. Por allí anda el Ingeniero Mendiburu, que con mano de hierro llevará las riendas de la organización por casi veinticinco años.

En reproducciones y folletos de la época también aparecen los equipos que en aquél entonces eran un prodigio de modernidad y que hace décadas son piezas de museo.

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