Es parte de todas las discusiones: en el debate político, las charlas de café, las aulas universitarias, las entrevistas de radio y televisión. En estas ocasiones, cuando alguien sostiene que es necesario «transformar al Estado» se genera un consenso… que se fragmenta en mil conceptos diferentes cuando se tratan ideas concretas.

Aquí, en las reuniones de comisión de Carta Abierta, hubo posiciones que enfocaban la transformación estatal en temas tan disímiles como los de avanzar en la estatización de resortes clave de la economía, incrementar la bajísima productividad del empleo público, incorporar masivamente tecnología, apuntar a mejorar los servicios, terminar con la corrupción, transformar la administración pública de un sistema burocrático en otro participativo… y así podríamos seguir un rato largo.

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