Tierra del Fuego aparece como un caso singular: durante largos periodos su evolución económica y social siguió caminos diferentes de los recorridos por las otras jurisdicciones patagónicas. Adicionalmente, su provincialización ocurrió más de tres décadas después de que así lo hicieran el resto de los Territorios Nacionales. Describiremos estas singularidades a partir del concepto de infra-poblamiento: durante gran parte de su historia, en la Isla Grande no se logró consolidar la masa crítica de población necesaria como para disparar procesos económicos, sociales y políticos semejantes a los que ocurrían en el resto de la Patagonia. Para abordar la a-sincronía fueguina dividiremos el análisis en dos etapas. Una primera, de escasa dinámica económica y social, determinada por la ausencia de políticas efectivas e intencionales de fomento y colonización, lo que en gran medida se debió al desinterés del Estado Nacional por un territorio que consideró económicamente inviable. Esto ocurre así inclusive cuando a partir de la década del ´30 se inaugura un periodo de resignificación patagónica, que en el caso de Tierra del Fuego no alcanza a quebrar el patrón de infra-poblamiento y de estancamiento relativo de su economía. Una segunda etapa en donde ocurre un proceso de acelerado crecimiento económico, bajo el impulso de acciones de cuño desarrollista, aplicadas varias décadas después de que se instalaran en la Patagonia continental. De esta forma, una política explícita y deliberada de industrialización lograr revertir, en menos de dos décadas, el retraso relativo del último territorio nacional. Al repaso de estos procesos, descritos en clave de contraponer la situación de Tierra del Fuego con la del resto de los territorios patagónicos, es que se dedica el presente artículo de investigación.

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