Diferentes trabajos han descrito los efectos devastadores del ajuste estructural sobre las economías regionales, lo que era el corazón productivo y social de las catorce provincias que conforman el NOA, NEA y Cuyo. En este sentido, los resultados del último Censo Agropecuario no hacen más que darle números concretos a tal situación en el ámbito rural de lo que suele llamarse área periférica la República Argentina. Si se comparan los resultados del censo agropecuario del año 1969 – cuando el proceso de ajuste aún no había comenzado– con los de los años 1988 y 2002, se advierte la desaparición de casi un 30 por ciento de las explotaciones. Más críticos aún, los datos muestran la pérdida de más de medio millón de puestos laborales. Esto implicó, entre otras cosas, pasar de ser el 42,7 por ciento de la fuerza de trabajo en 1969 a tan sólo el 15,4 por ciento en el 2002.

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