La concepción tradicional de la ciencia partía de considerar al conocimiento científico como poseedor de dos características principales; en cuanto conocimiento como refiriendo a lo real, en tanto científico referenciado en los objetos. Para esto tenía que probar la posibilidad de episteme (conocimiento teórico – la estructura abstracta que refleja los objetos) el único que era considerado como auténtica ciencia.

Para explicar la posibilidad de conocimiento verdadero acerca de los objetos (toda episteme satisface tal requisito) la concepción tradicional de la ciencia consideró que en la naturaleza de las cosas estaba la “razón” por la cual tendrían propiedades específicas. A esta naturaleza especial de los objetos se las llamó “esencia”.

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